lunes, 10 de julio de 2017

40 años

En el año 2007, a eso de las 8 de la noche nos reuníamos para celebrar un año más de Sergio, uno de mis hermanos, como lo acostumbraron nuestros padres cada año sin falta , se preparaba una recepción sencilla pero con mucho cariño para el cumpleañero. Recuerdo nuestra infancia cuando el pastel lo preparaba mi querida madre a base de harina Gold Medal de cajita, relleno de jalea de fresas Dulcinea era el esperado postre después de cantar el Happy Birthday rodeado de la familia.
Al crecer,  nuestras celebraciones variaron, algunas veces nos reuníamos en casa del cumpleañero y otras lo acordábamos en alguno de los hogares disponibles para tal celebración.
El último cumpleaños de Sergio, retornaba de un viaje de trabajo pero dio tiempo para preparar la celebración justo en la casa donde hoy vivo en la capital y se celebraron sus ¡40 años! como siempre, Sergio vino puntual a la cita y se veía muy feliz y con algunos familiares pudimos abrazarlo, cantarle , comer y beber juntos una copa de vino.  Quien diría que este sería  el último cumpleaños,  antes de que Sergio partiera 7 meses después, pero allí radica la belleza de la vida, no saber cuando nos vamos, pues nos permite vivir intensamente y sin ansiedad o tristeza.

No puedo dejar de recordar esos simples pero inigualables momentos , fue una excelente velada la cual hoy quiero compartirla  como un recuerdo, de un ser al que quice mucho y que hoy evoco en un recuerdo grato que la vida me dio.

Miles de actividades acompañaron nuestras vidas con Sergio,  a pesar de vivir separados haciendo nuestras propias vidas . Exitoso ingeniero, responsable trabajador, hondero dirían mis hijos,  un adorable tio y siempre presto a ayudarnos sin dejar de ser directo y sincero.
Mi cariño y un abrazo espiritual,  donde quiera que tu alma se encuentre. Como siempre sigues en mi mente y en mi corazón.




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